La Banca sigue dando palos de ciego, una prueba más del despropósito al que nos tiene acostumbrados se dió ayer en Manhatan, la gran manzana, concretamente el distrito financiero de Wall Street. Una tortuga consiguió hipotecar su coraza por 20 millones de dólares en una operación pionera de ingeniería financiera denominada "CASCARÓN SUBPRIME".
Al cerrar la sesión el apacible animal mostraba señales evidentes de euforia y comentaba: "Ha sido todo un éxito y una impresionante inyección de liquidez para una humilde tortuga como yo que tengo cumplidos los 190 años. Pagaré en cómodos plazos durante 150 años más".
martes, 16 de febrero de 2010
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